miércoles, 28 de agosto de 2013

¿QUÉ OBJETIVOS TIENE LA ASOCIACION “CIUDADANOS Y VECINOS DE SANTANDER” (CIVES)?

 La Asociación busca desde su creación influir crear y apoyar aquellos procesos de transformación social que buscan mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan Santander (barrio, distrito…) a través del empoderamiento de las mismas.
Es decir, que deben ser las personas que habitan Santander, las protagonistas de su propio proceso de desarrollo participando activamente del mismo y de las decisiones sobre qué camino seguir y qué hacer en cada momento. Supone en su esencia favorecer un modelo de organización social sustentado en una suerte de democracia participativa, en el cual deben trabajar conjuntamente tanto la población organizada en asociaciones y colectivos como la población no organizada.
Para que este desarrollo sea posible, se debe tratar no sólo de mejorar materialmente las condiciones de vida de las personas que componen esa comunidad, sino de ampliar las capacidades de elección de cada una de esas personas: su Autonomía.
Y son muchas las dimensiones sociales y humanas que abordar en un proceso de desarrollo comunitario que tenga por finalidad última el bienestar, la autonomía y la independencia de las personas: subsistencia (trabajo), abrigo y refugio (vivienda), conocimiento (educación), salud (sanidad, medioambiente), bienestar (servicios sociales), participación (asociaciones, órganos de decisión democrática), ocio (deportes, cultura), etcétera.
Como se puede comprobar, todas estas dimensiones pueden encontrar su correlación con servicios y recursos ya existentes, bien públicos o bien privados: servicios de empleo, de salud, educativos, sociales, asociaciones, clubes deportivos, etc. Unos recursos que deben dotarse de una visión global e integral en sus acciones y que deben ser receptivos a las demandas y propuestas de la población si pretenden contribuir a un proceso de ciudadanía activa.
Solucionar cualquier situación obliga a trabajar desde las raíces del problema, en su prevención, y en sus consecuencias, obligando a movilizar numerosos recursos que deben coordinarse entre sí.
Para que todos los recursos y servicios puedan estar coordinados y puedan ser gestionados de forma democrática, es necesario informar y formar a la población para que tengan capacidad de poder articular dinámicas como actores de la Ciudad
En el análisis y diagnóstico de la dinámica vecinal de Santander encontramos la fractura que existe entre el asociacionismo vecinal tradicional y el nuevo movimiento asociativo. Las inquietudes e intereses que mueven a unos y a otros son en muchos casos distintos, al igual que sus prácticas y formas de hacer. Ello lleva en no pocos casos a enfrentamientos y rivalidades, y lo que es peor, a una falta de entendimiento y comprensión mutua que impide la comunicación y resolución de los problemas de los ciudadanos.
La falta de implicación de los políticos y las administraciones, como por ejemplo el Ayuntamiento y el Gobierno de Cantabria, entre otros, puede debilitar y dejar morir una iniciativa asociativa como ésta, de desarrollo ciudadano, por lo que debiéramos imaginar entre todos que futuro queremos para nuestros barrios y Ciudad, y cómo trabajar conjuntamente para lograrlo.
Para ello, desde la Asociación se articulan medidas de reivindicación y comunicación y denuncia ante los servicios encargados de implementar las medidas en las administraciones o instituciones responsables
En este sentido creemos que no hay recetas mágicas y cada proceso debe dotarse de las estructuras que mejor se adapten a su realidad y necesidad social concreta. La única regla de oro es que toda aquella persona, colectivo o entidad que quiera participar con la Asociación pueda hacerlo.
La estructura de trabajo de la Asociación responde a esa lógica organizativa. Cuando hay una implicación constante de ciudadanos y vecinos en temas concretos se crean grupos de trabajo dentro de la Asociación para seguir y evaluar la marcha de los temas a desarrollar con las personas comprometidas con su desarrollo.
Es en estos grupos de trabajo donde se fijan las grandes orientaciones, se priorizan las actuaciones y se evalúa la marcha del objetivo a acometer, creando espacios de participación que permitan recoger las demandas y propuestas del conjunto de la ciudadanía.
Estos espacios pueden ser cualesquiera que posibiliten la participación: talleres, asambleas, encuentros, grupos de trabajo, etcétera.