Dependiendo
de quién sea el actor que los pone en marcha, pueden surgir a iniciativa de un
grupo de personas comprometidas con los problemas de su barrio o distrito, a
iniciativa de una entidad o grupo de entidades sociales, a iniciativa de un
grupo de profesionales...
Una vez
expresada colectivamente esta inquietud y conformado el grupo promotor de la iniciativa, éste
suele contactar con el resto de los actores sociales y de la población de ese
territorio o sector social para tratar de implicarles en el proyecto común. Pero esto no se hace
improvisando, sino siguiendo una metodología estructurada en diversas fases y de una forma participativa.